Hace unos días, una mamá compañera me pedía un post
explicando como había llevado mi maternidad y mi veganismo. Habria muchisimo que hablar al respecto, pero ya que yo
no era vegana antes de ser mamá os contaré como fue mi proceso, y mas adelante iré tratando los temas mas concretos.
Cierto es que, desde hace mucho tiempo, la idea de dejar de utilizar animales para
alimentarme o vestirme me venia rondando la cabeza pero si os soy sincera,
nunca pensé que yo pudiera conseguirlo, alguna vez que comente mis inquietudes
con compañeros, amigos o incluso familia me miraban con guasa diciendo… venga
ya Yolanda, con lo que te gusta a ti el jamón! Y lo poquito que te gusta la
verdura! Qué te vas a alimentar, de tomate aliñao? Y se partían de risa, he de reconocer que yo también
me reía, en esos momentos me sentía ridícula, cómo yo, Yolanda, iba a
ser vegana?! imposible!!
Pero me quedé embarazada de mi churumbelillo… y algo dentro
de mi me dijo que este pequeñín iba a cambiar mi mundo, y no me refiero a la
vida, que eso evidentemente lo hacen todos los niños, si no
a mi mundo, a mis valores, a mis raíces, mis pilares… supongo que a
muchas de vosotras mamás os habrá pasado, seria genial que nos compartierais vuestra
experiencia al respecto.
Todo empezó cuando mi churumbel me dio el toque antes de
nacer y me hizo ver que su mamá tenia que dejar el azúcar y empezar a
alimentarse bien, me diagnosticaron
diabetes gestacional, si o si
tuve que cambiar mi alimentación y empecé a introducir verduras a diario y a eliminar el azúcar y harinas refinadas y
prestar atención a las etiquetas de los productos.
A modo de anécdota, recuerdo mi primera compra en un supermercado de esos enormes, iba
pasando de largo pasillos enteros porque no podía comer absolutamente nada de lo que allí vendían,
increíble la cantidad de azucares que ingerimos sin enterarnos!!! Realmente creo que toda la compra de la semana
la hice en uno o dos pasillos (cosas de limpieza incluidas jejejej).
Cuando me convertí en mamá,
y muy especialmente al separarme del papá de mi pequeño churumbel, al encontrar de nuevo MI SILENCIO, volví a
escucharme, y a sentirme. Sentí la necesidad de formar un hogar basado en el
amor y el respeto, donde se respire paz y armonía, donde pueda crecer sin
estridencias y sin demasiado ruido, para que mi peque aprenda a escucharse a si
mismo y el mundo que le rodea.
Un dia, sentada debajo de un árbol mientras amamantaba a “churumbelillo” lo miré,
lo ví mirándome y senti ese amor tan puro, tan instintivo, tan animal… y ya no
hubo marcha atrás. aunque suene a locos, fue asi, de repente me sentí mas
animal que nunca, amamantando a mi cria, luchando contra mis propias flaquezas
con la fuerza que solo da el instinto. Y desde se momento me sentí hermanada con todos los seres vivos de este
planeta, y muy especialmente con todas las madres, sean de la raza que sean.
Mientras eso me pasaba a nivel emocional, resulta
que ya me había acostumbrado a una alimentación sana y decidí dar un paso mas, quería
ayuda para perder peso que había cogido en el embarazo, pero que no
interfiriera en la lactancia y quería ir reduciendo el consumo de carne y
pescados… y así lo hice, pedí asesoramiento nutricional . y tengo que reconocer
que me ayudo muchísimo, aunque yo veía ciertas carencias ya que la
nutricionista no era vegetariana ni vegana y la notaba un poco verde en estos
temas. Así que cual ratoncillo de biblioteca me puse a leer y a investigar lo
que pude y di con varios libros, blogs y foros muy interesantes.
Pero mi paso definitivo fue de a mano de “Crucinando” con Miguel
Angel Niebla, asisití a uno de sus cursos de cocina vegana (lo recomiendo muchísimo)
, y me descubrió un mundo de posibilidades, resolvió muchas de las dudas que
tenia y encima aprendí recetas riquísimas! Como mi caso era un poco especial
por el tema de la lactancia decidí tener un par de sesiones privadas para poder
extenderme más sobre temas específicos y asegurare de haber entendido todas las
pautas y consejos bien y de nuevo os digo que lo recomiendo al 100x 100.
Eternamente agradecida. Prometo una entrevista con Miguel Angel para que nos
cuente mas cositas de el mundo vegano ;)
En ese momento me
hice una analítica de sangre para comprobar que todos mis niveles eran
correctos y si tenía alguna carencia ponerle remedio y eliminé por completo el
huevo y el pescado de mi dieta (La carne y la leche ya lo había hecho un mes
antes). Analitica perfecta asi que el único sumplemento que tomo desde entonces
es la vitamina B12 (prometo un post
sobre la archiconocida B12) y Hasta hoy.
Mi hijo es vegano también, ha probado la leche y el huevo
ara descartar alergias o intolerancias pero no los consume habitualmente. Desde
el principio practicamos BLW, Baby-led weaning o alimentación complementaria “a
demanda” (tema muy interesante que dará para otro post) y ahora con casi año y medio come lo mismo que yo, también seguimos con la lactancia a demanda
así que de momento no necesita ningún tipo de suplementación ya que por la
leche materna yo le paso todo
lo que necesita.
En próximos post iré
subiendo recetillas de las comidas que
vamos haciendo, pero de momento, para que os hagáis una idea os enumero alguno de los platos preferidos de mi canijo (canijo amorosamente hablando porque pesa 12 kilazos el tio!)
- Super desayunos:
- Batidos de frutas con un puñadito de espinacas
- Tostadas ,preferiblemente de pan de avena, o centeno, de trigo sarraceno, multicereal …, y si no es posible pues blanco del de siempre.
- De tomate con aceite (lino y oliva)
- y/o paté de frutos secos ( una delicia casera “made in superabuela”)!
- Y por supuesto, que no le falte a mi churumbel su ración de Tetita de mamá.
- A media mañana, suele tomar fruta y alguna galleta de espelta, o de avena.
- A la hora de comer... Primero un poco de Tetita que no falte!
- Macarrones “Bolognesa” veganos que le prepara su abuela,
- O Empanada de verduras
- O tabulé con fresas,
- O ensalada con pepino, aguacate y tomatito espolvoreada con "Parmesano Vegano"
- O pizza de champiñones
- O judías verdes con patatas y garbanzos ( que dicho asi suena regu pero está bueniiisimo)
- O paella de verduras
- O verduras a la plancha,
- o ensalada de lentejas, de habichuelas, trigo sarraceno, quinoa, avena...
- O un monton de cositas mas, (He obviado potajes y demás platos calientes de cuchara porque con el calorcito que hace sudo solo con escribirlo jejeje, pero le gustan igualmente ) y…la verdad es que le gusta casi todo, en eso (y en todo lo demás) tenemos suerte.
- La merienda suele ser o mas fruta, o algún postrecillo casero a base de fruta y leche vegetal y un bocadillito de algun paté vegetal o queso vegano de untar o si prefiere dulce alguna galleta o bizcocho casero de platano, zanahoria ... , depende del hambre que tenga.
- Y las cenas, pues parecido a las comidas y por supuesto su Tetita!
Es una alegría verlo comer, con su tenedor, o con la mano, según
le pille el dia, el hambre que tenga o
lo pringosa que sea la comida , esta ecuación no falla nunca :
" hambre voraz post-playa +comida pringosa = manos en la masa!"
Es cierto, como comentaba una compañera, que la gente te mente el miedo en el cuerpo con sus
opiniones o consejos desinformados y catastrofistas, y que las mamás estamos permanentemente
inseguras, con los miedos de si estaremos haciendo lo correcto para nuestros pequeños.
Yo no soy diferente, y me planteo cada día si estoy haciendo lo mejor para
mi churumbelillo y cada vez que me lo
cuestiono, le doy mil vueltas y llego a
la misma conclusión.
Quiero que mi hijo crezca sano, fuerte y feliz, que valore la vida por encima de la especie a la que pertenezca, que esté criado en el amor y el respeto a la madre tierra y a todos los que en ella compartimos vidas. Básicamente deseo con toda mi alma que consiga edificar su propia vida sobre pilares de respeto, amor, conciencia y felicidad. Y creo de corazón que no podría ofrecerle todo esto sin hacerlo con el ejemplo diario de respeto y amor por todos los seres vivos.